Hacer más y mejor con menos.
Informe de Noelia Sosa Machado Scheeffer (estudiante de tercer año de Licenciatura en Diseño Integrado) sobre el Taller de Eficiencia Energética y Construcciones Sostenibles desarrollado en la Sala TEMPUS, Complejo World Trade Center, Torre 4 en los días 28, 29 de junio, 2019.
Índice
¿Por qué́ formarse con los principios de la construcción sostenible? Contexto Político-Normativo
¿Cómo se aplican estas ideas a la edificación?
¿Por qué es importante este tema para la sociedad?
Más y mejor con menos
¿Por qué formarse con los principios de la construcción sostenible? Contexto Político-Normativo
La industria de la construcción es una de las principales causantes del deterioro ambiental y calentamiento global. Como profesionales actuantes en este campo debemos tener presente el contexto político normativo en el cual estamos inmersos.
Existe una tendencia mundial en la normativa referente a la edificación a partir de las primeras preocupaciones ambientales que desencadenaron en la noción de desarrollo sustentable que ha evolucionado conjunto a los debates internacionales.
Esta noción tiene sus inicios en la Conferencia de Estocolmo (1972), cuando aún se consideraban únicamente los aspectos técnicos de la contaminación provocada por la industrialización, el crecimiento poblacional y la urbanización, todo lo cual imprimía un carácter nítidamente de país del primer mundo a la reunión, y se creía que la tecnología iba a “salvarnos”.
Es en 1987, con el informe de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, presidida por la Primera Ministra de Noruega, Gro Brundtland, que surge una nueva perspectiva identificada con los intereses de los países subdesarrollados del sur, centrada en los estilos de desarrollo y sus repercusiones para el funcionamiento de los sistemas naturales.
Este informe destaca que las posibilidades de que se materialice un estilo de desarrollo sustentable, se encuentran directamente relacionados con los problemas de la pobreza, de la satisfacción de las necesidades básicas de alimentación, salud y vivienda, de una nueva matriz energética que privilegie las energías renovables y del proceso de innovación tecnológica.
Continúa la evolución de la agenda global sobre los problemas medio ambientales con la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro, 1992. Ésta tuvo por objeto examinar estrategias de desarrollo a través de acuerdos específicos y compromisos de los gobiernos y de las organizaciones intergubernamentales, con identificación de plazos y recursos financieros para implementar dichas estrategias.
Uruguay en 1996, con la reforma Constitucional del Artículo 47, incorpora a su normativa el concepto de sustentabilidad y considera la protección del medio ambiente de interés general, debiendo las personas abstenerse de todo acto que cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio ambiente.
Nuestro país, además de estar comprometido a formar parte de todos los tratados que refieran a la materia medio ambiental, se compromete en 2015 con la “Agenda 2030”, declaración fruto del acuerdo alcanzado por los Estados Miembros de las Naciones Unidas que han convenido en tratar de alcanzar las 169 metas y 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) para 2030.
Es dentro de este contexto de evolución hacia el desarrollo sustentable que como profesionales podemos contribuir con una mirada integradora desde la etapa de diseño y proyecto del edificio, teniendo en cuenta los criterios de sustentabilidad y sus tres vértices; económico, ecológico y social.
¿Cómo se aplican estas ideas a la edificación?
“Habitualmente, al hablar de edificación, se valora la adecuación a la conciencia energética de los edificios en función solamente del gasto o ahorro energético en la climatización e iluminación durante la etapa de uso del producto, así como la contaminación que produce en su entorno inmediato. Sin embargo, las relaciones entre edificación y medio ambiente son mucho más extensas y complejas.” Margarita de Luxan (1996)
A lo que refiere de Luxan, es a la falta de consideración del ciclo de vida del edificio, adoptar un criterio de sustentabilidad consiste en actuar sobre cuatro campos: ahorro de recursos naturales, ahorro de energía, reducción de emisiones contaminantes y reducción de residuos, y estos aspectos deben considerarse en todas las etapas del proyecto: desde su diseño, selección de recursos (humanos, materiales y energéticos), construcción, uso y hasta su desuso.
La arquitectura sustentable no está solamente ligada al manejo prudente de los recursos, la sustentabilidad radica también en contemplar las especificidades del territorio, de su cultura y su sociedad.
¿Por qué es importante este tema para la sociedad?
En el marco del paradigma del desarrollo sustentable, este curso contribuye a la construcción de una racionalidad ambiental de la mano del reconocimiento de un componente económico que presenta una fuerte incidencia en las decisiones de diseño que derivan en las futuras inversiones.
Complementando esta idea, si consideramos al concepto de ambiente como la interrelación entre lo social, ecológico y económico, y tenemos en cuenta la necesidad emergente del abordaje interdisciplinario de las problemáticas ambientales, podemos visualizar el aporte de este tema a la sociedad.
El principal objetivo de la construcción con criterios de sostenibilidad, es mejorar la calidad de vida de la población mediante el uso prudente de los recursos. Si se hace una buena elección de medias de eficiencia de acuerdo a la mejor utilización del presupuesto, se lograrían condiciones de confort (estado de satisfacción con el entorno en cuanto a bienestar fisiológico y psicológico), pero además, se consumiría menos energía para acondicionamiento térmico, equipamientos, iluminación y consecuentemente, se reduciría el costo monetario de la energía.
Más y mejor con menos
En esta instancia de taller se abordó uno de los cuatro campos en los que debemos actuar en el diseño de un edificio sustentable; esencialmente la “Eficiencia Energética” y su importancia para alcanzar los diversos niveles de certificación LEED (Plata, Oro, Platinum y Zero).
Evidentemente este abordaje resulta más eficiente si es realizado en etapa de diseño, ya que la inversión definitiva resulta menor, en comparación con casos como los de edificaciones existentes.
En este análisis energético es esencial que se considere en primera instancia la optimización de consumo energético aplicando medidas “pasivas” considerando el emplazamiento del edificio y el clima local. Dentro de este grupo de medidas primarias encontramos diversas que atacan el consumo energético por acondicionamiento térmico, ventilación e iluminación. Cabe destacar la importancia de la complementación y sinergía de éstas al ser evaluadas.
Aportando al acondicionamiento térmico, específicamente en Uruguay, por su gran amplitud térmica, es imprescindible adoptar medidas que respondan a las condiciones térmicas tanto del período caluroso (PC) como el período frío (PF), por ejemplo, comparten la media de disminución de la transmitancia de la envolvente (cerramiento exteriores opacos y transparentes), pero contribuyendo al PC es necesario elegir tanto vidriado como protecciones solares que se complementen y diseñen respondiendo a la orientación y al factor solar requerido para tal orientación.
En aporte a la ventilación, se prioriza la ventilación natural adoptando estrategias como las chimeneas solares, chimeneas de viento, efecto Venturi, entre otros, que con un adecuado dimensionado de aberturas y automatizado, pueden responder a los requerimientos de renovaciones de aire tanto del período caluroso como del período frío.
Las medidas pasivas que contribuyen a la iluminación radican en la tarea coordinada, sinergía, de las demás medidas que también interfieren en el diseño de los cerramientos transparentes y que pretende el aprovechamiento de la iluminación difusa ideal para ambientes interiores destinados a la ocupación (en el caso de Uruguay, orientación sur).
Finalmente, luego de alcanzado un buen nivel de confort en base a medidas pasivas, se procede a las medidas activas que consisten en la elección de artefactos de ventilación, acondicionamiento térmico y lumínico, con una relación costo-beneficio eficiente, y sólo como última medida contribuyente a la certificación LEED Zero se implementaría la menor cantidad posible de fuentes de energía renovables como los paneles fotovoltaicos.
La sinergia de estas medidas es evaluada gracias a herramientas de simulación como EnergyPlus, Dialux y otras, que facilitan la toma de decisiones. Complementando la investigación previa a la construcción, en etapa de operación se mantienen mediciones diarias de los parámetros energéticos haciendo posible el contraste de la teoría con la realidad y la solución temprana de fallos.
En conclusión, considero primordial el trabajo interdisciplinario apostando a construcciones sostenibles que respondan a los cuatro campos mencionados previamente en el informe: ahorro de recursos naturales, reducción de emisiones contaminantes, reducción de residuos y el actualmente desarrollado, ahorro de energía, que indirectamente resulta beneficioso para los tres vértices de la sustentabilidad; economía, sociedad y naturaleza, con ahorro de inversión y consumo ($), confort y mejora de calidad de vida, y ahorro de recursos naturales, respectivamente.
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